Es una enfermedad primaria y crónica con factores genéticos, psicológicos, sociales, culturales y ambientales que influyen sobre su desarrollo y manifestaciones. La enfermedad es frecuentemente progresiva y fatal.
Se caracteriza por presentar en forma continua o periódica: pérdida de control, preocupación y uso de la sustancia a pesar de sus consecuencias adversas.
El consumo de drogas puede originarse por diferentes motivos entre los que se encuentran:
Al inicio del consumo las sustancias producen efectos que parecen ser positivos, sin embargo conforme se va aumentando en el consumo este deberá hacerse para no sentir efectos dañinos, nocivos o perjudiciales en el organismo; este último consumo se hace simplemente para que los usuarios se sientan "normales".
Las personas que abusan de las sustancias llegan a un momento en que las utilizan a pesar de los problemas que esto les causa a ellos y a su entorno social, laboral y familiar.
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Actualmente existe una hipótesis sobre el desarrollo de la farmacodependencia con propensión a la recaída descrita por Kalivas y Volkow en 2005. Ellos establecen que el mecanismo conductual inicial que lleva a la adicción a las drogas es un impulso irresistible y una pérdida de control para evitar obtener y consumir esas drogas.
El consumo de las drogas induce la liberación de dopamina, la cual estimula el área fisiológica del placer, lo que produce un efecto recompensante inicial, lo que lleva a la transición a la adicción. El área biológica involucrada en el fenómeno adictivo (área fisiológica del placer) es el área mesolímbica y mesocortical.
Dentro de la primera se encuentra involucrada el área ventral tegmental y el núcleo accumbens con sus eferentes a la corteza prefrontal y frontal.
Las proyecciones dopaminérgicas del área ventral tegmental producen la liberación de la dopamina a través del circuito de la recompensa que involucra al núcleo accumbens, a la corteza prefrontal y a la amígdala.
Estas proyecciones con el tiempo son las que facilitan los cambios que establecen las asociaciones aprendidas entre las drogas y la recompensa. De tal manera que la dopamina juega dos papeles importantes en la adicción:
A este fenómeno Kalivas y Volkow (2005) le han llamado el estadio final de la adicción, en el cual se presenta un deseo irresistible para obtener la droga a la que es adicto y aquí se involucra también a otro neurotransmisor el glutamato, como una vía final para la recaída y para la compulsión a través de la corteza frontal y sus eferentes al núcleo accumbens.
Por lo tanto, un fenómeno de recompensa mediado por dopamina que produce un cambio en un proceso de conductas aprendidas mediadas por glutamato, indican que el desarrollo de la adicción con una propensión a la recaída, ocurre en secuencia cronológica como resultado de un aprendizaje celular y respuestas aprendidas. (Julien, 2007)
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